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En RECONECTA puedes participar de dos formas:
Si eres propietario forestal o si no lo eres pero quieres implicarte en la conservación y reactivación de nuestros bosques.

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Te ayudamos a gestionar tus fincas forestales

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Son muchos los espacios forestales que se encuentran en un estado de infrautilización, acumulando recursos naturales (madera, leñas, pastos…) cuya falta de aprovechamiento genera un perjuicio para todos.

Desde el apartado de descargas de RECONECTA, ponemos a tu disposición las principales normativas que condicionan la actividad y la gestión de los bosques. Pensamos que es interesante que las conozcas para que entiendas la magnitud y riqueza asociada a lo forestal.

También hemos confeccionado para ti una serie de vídeos e infografías que explican cómo gestionar los principales recursos que albergan nuestros montes, garantizando su conservación y la generación de riqueza.

Posibilidades de uso de nuestros montes

Actividades recreativas

Los bosques ofrecen oportunidades para poner en marcha actividades de turismo activo basadas en el disfrute sostenible y respetuoso de sus recursos medioambientales.

Apicultura

La cría de abejas en colmenas situadas en espacios forestales es una actividad rentable que permite obtener una miel de calidad y que contribuye a mejorar la biodiversidad.

Biomasa

La realización de tratamientos selvícolas permite que los montes dispongan de la densidad de arbolado adecuada a su edad, reduciendo su riesgo de incendios y permitiendo obtener biomasa.

Bioproductos

Los bosques generan todo tipo de recursos naturales que pueden ser destilados para obtener productos de alto valor como aceites esenciales y extractos.

Madera

La madera es un recurso natural renovable que debidamente aprovechado permite obtener una rentabilidad de los montes y garantizar su conservación.

Micología

Los montes producen setas que tienen un valor agroalimentario y medicinal, y que también contribuyen a atraer turismo en torno a los montes y a los pueblos forestales.

Plantas aromáticas

El cultivo del chopo es una alternativa interesante para fincas próximas a cauces de agua que permite conseguir madera de calidad en cortos períodos de tiempo.

Populicultura

El cultivo del chopo es una alternativa interesante para fincas próximas a cauces de agua que permite conseguir madera de calidad en cortos períodos de tiempo.

Resina

El aprovechamiento de la resina que producen los pinos es una actividad que permite generar empleo en zonas rurales y que es compatible con el aprovechamiento de madera.

Servicios ecosistémicos

Los bosques producen numerosos servicios ambientales (producción de oxígeno, fijación de CO2, biodiversidad) que pueden ser convertidos en fuente de ingresos.

Silvopastoralismo

El aprovechamiento de los recursos pascícolas de los montes a través de la ganadería extensiva contribuye a reducir el riesgo de incendios de los bosques e incrementa su biodiversidad.

Truficultura

La plantación de árboles micorrizados con trufa negra (Tuber melanosporum) es una alternativa de uso para fincas agrícolas marginales o para eriales y pastizales en terrenos calizos.

Infografías

Descarga nuestras infografías

Preguntas frecuentes

La función social que la Constitución española establece sobre el derecho de propiedad también se extiende a la propiedad forestal. Esto significa que el derecho que ostenta un propietario sobre las fincas forestales de las que es titular y sobre los recursos que estas albergan no es un derecho absoluto, sino que debe ejercerse conforme a su función social y puede estar sujeto a limitaciones previstas legalmente, especialmente si hay razones de utilidad pública o interés social.

La Ley de Montes redunda en este planteamiento conceptual y establece que los montes, independientemente de su titularidad, desempeñan una función social relevante, tanto como fuente de recursos naturales y sustento de actividades económicas como por ser proveedores de múltiples servicios ambientales, entre ellos: de protección del suelo y del ciclo hidrológico; de fijación del carbono atmosférico; de depósito de la diversidad biológica; y como elementos fundamentales de la conectividad ecológica y del paisaje.

El reconocimiento de estos recursos y externalidades, de los que toda la sociedad se beneficia, obliga a las Administraciones públicas a velar por su conservación, protección, restauración, mejora y ordenado aprovechamiento, regulando lo que un propietario puede o no hacer en sus montes.

Esto supone que actuaciones como la corta de arbolado no puedan llevarse a cabo sin las autorizaciones o requisitos que determine la normativa.

Así mismo, la normativa vigente en cuanto a adaptación climática y biodiversidad (Ley de Cambio Climático, PNACC, SbN, Plan Estratégico de Biodiversidad 2030) introduce una nueva perspectiva de gestión y obligaciones.

Existen webs específicas donde se puede solapar una parcela concreta con las figuras de protección existentes en el territorio. Por ejemplo, para conocer la proximidad o solape a territorios de la Red Natura 2000 basta entrar en la web del SigPac y dirigirse a su visor (https://sigpac.mapama.gob.es/fega/visor/), donde pueden activarse diferentes capas (entre ellas la de la Red Natura).

Cada autonomía suele tener un visor especializado de carácter territorial donde se posibilita el solape de diversas capas temáticas, con lo que podremos satisfacer nuestras dudas. Así, por ejemplo, Castilla y León tiene el servidor IDECYL, donde en su visor permite solapar un territorio con diferentes capas como espacios naturales, hábitats, montes de Utilidad Pública, cotos de caza, vías pecuarias, bienes de Interés Cultural, etc.

Otra forma de obtener información al respecto es consultando las normas subsidiarias de planeamiento urbanístico del término donde se asienta nuestra finca y chequear los posibles solapes con figuras de protección.

Si mi propiedad solapa, o se asienta sobre una figura de protección, puede estar sometida a ciertas restricciones en cuanto a su uso, o periodos en los que realizar ciertas actividades. La limitación vendrá determinada por la legislación vigente y las autoridades pertinentes. Antes de llevar a cabo cualquier actividad, lo más aconsejable es ponerse en contacto con la autoridad responsable o con un profesional especializado en la materia.

Si mi parcela contacta o es cruzada por cauces, caminos, carreteras u otras infraestructuras lineales (líneas férreas, tendidos eléctricos, telefónicos, oleoductos, líneas de gas...) he de tener en cuenta que existen ciertas limitaciones en cuanto al uso de los terrenos por los que atraviesan (por ejemplo, imposibilidad de poner arbolado bajo las líneas eléctricas).

En todas esas infraestructuras existen, además, unas bandas laterales de protección, normalmente denominadas como zonas de servidumbre y zonas de policía, con diferentes anchuras según el caso concreto, donde se limitan algunos usos y la posibilidad de realizar construcciones.

Para casos concretos deberás consultar webs específicas, preguntar en la administración correspondiente o contactar con gabinetes o técnicos especializados.

Por lo general, las distintas Comunidades Autónomas suelen destinar fondos para facilitar la gestión de montes en régimen privado.

Según el artículo 50 de la Ley de Montes, las comunidades autónomas deberán garantizar las condiciones para la restauración de los terrenos forestales incendiados.

No se permite el cambio de uso forestal al menos durante 30 años.

Tras un incendio, la ley impone un acotamiento de aprovechamientos por al menos un año.

Existen seguros que cubren los daños a la producción y los costes de reforestación de las masas aseguradas ocasionados por incendio, inundación, lluvia torrencial, viento huracanado o nieve.

Estos seguros se encuadran dentro del Sistema Español de Seguros Agrarios Combinados, gestionado por Agroseguro en colaboración con entidades aseguradoras, y están destinados a proteger masas forestales de titularidad privada. Se pueden asegurar multitud de especies forestales como coníferas (pino, abeto), frondosas (roble, castaño, encina…) e incluso arbustos forestales y producciones específicas (corcho, piña de pino, chopo).

El seguro cubre la reforestación, regeneración o recuperación de masas forestales, incluyendo costes derivados de incendios, lluvias torrenciales, viento huracanado y nieve. También protege pérdidas en producciones como corcho, piñas de pino piñonero o madera de chopo.

Un instrumento de gestión forestal es un documento que recoge la planificación forestal de un monte a medio plazo (10 o más años) y que garantiza que la gestión que se va a llevar a cabo en ese monte durante los próximos años será sostenible.

Es un documento que sintetiza la organización en el tiempo y el espacio de los recursos forestales, maderables y no maderables, en un monte o grupo de montes.

El objetivo de estos IGF es compatibilizar los distintos usos de nuestro monte con la conservación y garantizar la persistencia de las rentas futuras de todos sus recursos.

Para ello, se estudian y analizan pormenorizadamente diversos aspectos legales, naturales y socioeconómicos del monte en cuestión, además de realizar un inventario de los recursos forestales que permita una toma de decisiones correcta en cuanto a la selvicultura a realizar y a la estimación de las rentas que dicho monte va a proporcionar durante la vigencia del proyecto.

Un IGF puede ser de varios tipos: Proyecto de Ordenación o Plan Técnico/Dasocrático. Cuando la gestión a aplicar en el monte precisa de una regulación más sencilla, principalmente debido a que el uso principal del monte no va a ser la producción de madera, podemos hablar de plan técnico o plan dasocrático.

La redacción del IGF permitirá al propietario adquirir un conocimiento detallado de su monte, además de contar con una planificación detallada de actuaciones destinadas al aprovechamiento y mejora del monte. Igualmente, le concederá prioridad a la hora de acceder a subvenciones de actuaciones recogidas en dicho proyecto.

Igualmente, le permite certificar su monte con alguno de los sistemas de certificación forestal sostenible (PEFC o FSC), lo cual confiere un valor añadido a los recursos del monte.

Desde el punto de vista fiscal, el hecho de contar con un IGF en su monte permite al propietario estar exento de declarar el IRPF de las subvenciones destinadas a sufragar los gastos de actuaciones planificadas en el IGF, además de otras exenciones en impuestos como el IBI, etc.

Desde el punto de vista administrativo, al contar con un IGF en el monte, se agilizan los permisos para realizar aprovechamientos contemplados en dicho proyecto, pasando las autorizaciones a convertirse en meras comunicaciones.

Material para descarga

Legislación

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