¿Por qué España tiene tanta superficie forestal abandonada?

En España, el 55,8% de la superficie es forestal, lo que significa 282.678 kilómetros cuadrado. De estos terrenos, el Estado y las Comunidades Autónomas apenas tienen montes en propiedad y aunque los ayuntamientos y corporaciones locales sí que tiene un papel más destacado, la mayor parte está en manos privadas. De hecho, los dueños particulares representan el 70% de la superficie y lo sorprendente es que muchos de ellos no saben que lo son. Entender el alcance y las cifras exactas es uno de los retos del proyecto Reconecta, un proyecto liderado por Asfoso, con el trabajo coordinado de Fundación Global Nature, CITA Aragón y el Ayuntamiento de Cuenca (a través del Laboratorio Urbano en Bioeconomía Forestal, UFIL por sus siglas en inglés) y que cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), financiado por la Unión Europea – NextGenerationEU. 

 

En cualquier caso, actualmente las estimaciones hacen pensar que 1 de cada 5 españoles podría ser titular de algún terreno forestal, en muchos casos sin siquiera saberlo. ¿Cómo es esto posible? ¿Cuáles son las causas que han creado esta situación especial en nuestro país? En este vídeo, realizado por Fundación Global Nature y Reconecta, se detallan los motivos principales que nos han llevado hasta aquí :

Esta situación de abandono de los montes lleva consigo una falta de acciones básicas para evitar que sus bosques se degraden o sean víctimas de incendios. En concreto, desde Reconecta se han identificado las consecuencias que para la sociedad tiene esta falta de gestión sostenible en tres bloques: por una lado, los ambientales ya que el abandono hace nuestros ecosistemas forestales  más vulnerables frente a riesgos como los incendios, las plagas, la desertificación y la pérdida de biodiversidad; en segundo lugar los económicas, ya que el abandono hace que recursos que albergan nuestros montes, como la madera o la biomasa, no se utilicen y que seamos dependientes de economías de otros países; por último, los sociales, ya que la falta de aprovechamiento de nuestros montes acentúa el problema despoblador, al reducir las oportunidades de trabajo y de desarrollo en el medio rural.

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